
Llevo vistas 3 películas de Saint Seiya como son La leyenda de la manzana de oro, La gran batalla de los dioses y La leyenda de los jóvenes escarlata. Creo que me faltan otras dos más por ver, una que por cierto es relativamente reciente (2004), y no sé lo que me espera en ellas pero me gustaría que no se repitieran algunos detalles de las anteriores.
En concreto el principal detalle es la inutilidad de Shun. Me hace dudar de si quienes hicieron las pelis realmente odiaban al caballero de Andrómeda. El chico de las cadenas es incapaz de vencer a un sólo enemigo en ninguna de las tres películas y, para más humillación, en las tres situaciones es salvado a última hora por su hermano Ikki. No puede ni con Afrodita ni con nadie, es que no está ni medio cerca de vencer. Ahora que lo pienso incluso me parece que no asesta un sólo golpe a ningún enemigo. Lo hacen parecer tan inútil que no podría derrotar ni a su abuela.
Y es sin duda una pena desperdiciar el potencial de Shun de esta manera, pero bueno, los guionistas sabrán el por qué de estas historias. Aún así esto no resta un ápice mi cariño por este personaje.
Tampoco me gusta demasiado que las tres acaban de forma muy similar, con Seiya vistiendo la armadura de Sagitario y acabando con el enemigo con una flecha final. Saori inutilizada prácticamente en las tres ocasiones, a Hyoga que no le dan mucha bola (aunque en La leyenda de los jóvenes escarlata tiene su momento de gloria) o el mencionado Ikki ciñendo sus apariciones a las debacles de Shun se revelan como otros detalles poco imaginativos.
En cualquier caso los tres films son bastante entretenidos y merecen la pena. Las peleas y las motivaciones están más logradas. Me gusta la evolución de Seiya, la victoria de Hyoga sobre Berenike también es genial.
En concreto el principal detalle es la inutilidad de Shun. Me hace dudar de si quienes hicieron las pelis realmente odiaban al caballero de Andrómeda. El chico de las cadenas es incapaz de vencer a un sólo enemigo en ninguna de las tres películas y, para más humillación, en las tres situaciones es salvado a última hora por su hermano Ikki. No puede ni con Afrodita ni con nadie, es que no está ni medio cerca de vencer. Ahora que lo pienso incluso me parece que no asesta un sólo golpe a ningún enemigo. Lo hacen parecer tan inútil que no podría derrotar ni a su abuela.
Y es sin duda una pena desperdiciar el potencial de Shun de esta manera, pero bueno, los guionistas sabrán el por qué de estas historias. Aún así esto no resta un ápice mi cariño por este personaje.
Tampoco me gusta demasiado que las tres acaban de forma muy similar, con Seiya vistiendo la armadura de Sagitario y acabando con el enemigo con una flecha final. Saori inutilizada prácticamente en las tres ocasiones, a Hyoga que no le dan mucha bola (aunque en La leyenda de los jóvenes escarlata tiene su momento de gloria) o el mencionado Ikki ciñendo sus apariciones a las debacles de Shun se revelan como otros detalles poco imaginativos.
En cualquier caso los tres films son bastante entretenidos y merecen la pena. Las peleas y las motivaciones están más logradas. Me gusta la evolución de Seiya, la victoria de Hyoga sobre Berenike también es genial.
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